Pues si. Regreso tras una penosa y fastidosa experiencia que, a pesar de continuar entre vías, al menos tenemos la seguridad de seguir en este nuestro Pueblo, que no ciudad y cada día mas pueblo.
Y lamentablemente, al entrar por la Rivera, mi querida y añorada Rivera, ya se puede comprobar que esto no ha cambiado prácticamente nada. Incluso, ha empeorado, por el lamentable estado de las calles, de los rincones y, lo peor de todo, por el poco ánimo de mis gentes, a los que solo tienes que mirar a la cara, si logras levanten la mirada y el paso lento, quejumbroso, pesado. Casi se me antoja con mas cobardía de la que ya nos ha caracterizado desde el maldito momento en el que dejamos que los políticos locales o "vividores de lo público", se hicieran con el ordeno y mando.
Que pena, mas que nunca, de este Pueblo! Que vergüenza de Portuenses! Que rabia por tanta desidia! Que asco de "gentuzas" y lo han hecho, que les hemos dejado hacer, con nuestro Puerto...
Como decía, lo principal es regresar a mis calles de siempre y, al menos saber, seguro, que aún puedo denunciar todo cuanto veo entre lo poco que aún queda de lo nuestro. Denunciar tanta mentira desde las casas consistoriales, gracias a las hemerotecas y la memoria de nuestra gente (los que aún tienen narices de hablar). Pero sobre todo, gracias a mi propia memoria y mis propios apuntes de todo cuanto prometieron ellos, "los vendedores ocasionales de mentiras envueltas entre las siglas de sus partidos. Los buhoneros que al mas puro estilo del gitano y la cabra, llama nuestra atención con sus trucos bien aprendidos, sus programas falsos y, siempre, con la poca vergüenza de mantenerse en esos sillones a los que parecen pegados. ¡Dios quiera que las almorranas les fastidie cuanto las almorranas suelen fastidiar!
De regreso y dispuesto, como siempre, a seguir con mi crítica constructiva, a base de ideas factibles, (que alguna ya han llevado a la práctica, aunque sea desde alguna de las empresas públicas) con tal de no ser solo una mosca cojonera, ni uno de los muchos charlatanes que, nunca so oyen y jamas hacen nada de lo que predican. Por miedo, por no saber o que dicen o solo repetir lo que les ordenan desde esos otros rincones del mismo cuadrilátero. También llamados "oposición".
Se acabo la espera y, pronto, muy pronto, contaré todo cuanto del tiempo ocioso he podido imaginar, comprobar, recabar e incluso, soñar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita!