Las cosas de la Administración y sus abusos

El pobre hombre que preside, por ahora, la Di_Putación de esta provincia, del cual no recuerdo el nombre. Bajito, feo, arrugao, mal-vestido, parco en palabras, malencarao. Ese del PP que fue algo de la cosa provincial? Pues ese!

Ese mismo, que imagino contribuyó a la redacción del Programa electoral regional -o Cadiz en un país de las maravillas-, y recordaran prometían eliminar ese ente que llaman la diputación provincial, por ser un agujero sin contenido. creo por eliminar tanta administración. Creo, digo!

Pues casi a punto de finalizar este periodo de pesadilleo en este provincia nuestra, en las manos de esos tan sinvergüenzas como los otros, y esa entidad sin sentido ANTES, ahora, cuando gobiernan ellos, los del PP -Milagro!- siguen olvidando sus promesas, sus razones y sus discursos. Ahora esa entidad, les brinda la oportunidad de continuar ingresando sueldos, sobresueldos y cuanto necesiten, camuflados en esa misma administración de la que nadie sabe mas que, eso si, gestionan el cobro de tributos locales, en favor de las otras administraciones, a cambio de los gastos -imagino- engordando la administración pero esta vez, desde la provincia, no desde Sevilla.

Todo esto viene a cuento de las quejas de un ciudadano, cabreado cual preferentista frente a bankia, a punto de llorar, mientras veía impotente como "los otros", los de la banca -la caixa! Uf!- le había restado de su pobre saldo, de su cuenta -que me reconocía mantiene mientras paga un crédito, hasta septiembre SDQ-. esa cuenta en la que solo se ingresa esos cuatrocientos y pico euros del estado, que se le acaban en junio y, que por orden de esa administración provincial, La di_putación, sin atender causa alguna, sin entender que no tiene mas que eso, que ya no tiene!

Sin dar muchas mas vueltas. Al final ese hombre no pudo mas que tragar, aguantar, cerrar los puños, mantener el tipo y, "aún con clase", salir a la calle para dar un par de patadas al muro de la misma esquina de esa entidad en este, nuestro pueblo.

Por lo poco que me pudo contar, entre maldiciones y expresiones dedicadas a esos de la administración provincial, la perenne, la eterna cueva de esos otros que parecen vivir en un país distinto al que vivimos día a día el resto de ciudadanos. Esos a los que nada afecta, a los que la ley y la trampa les sirven por igual, esos para los que las promesas no son mas que una herramienta para ganar sus tronos y olvidar hasta borrarlas de su memoria.

Esos, los políticos, todos, que solo medran de la cosa pública quizás aprovechando la cobardía de este nuestro pueblo y todos y cada uno de los pueblos de este país, el país donde la mayoría es, eso mismo, mayoría y cobardes.

Como me decía casi llorando, ese hombre, el que tenía cuatro euros hasta que la administración provincial se los quitó, este país, necesita de una vez por todas, que salgamos a la calle, todos y empujar a esos sinvergüenzas hasta cualquiera de las fronteras, reales o imaginarias!

Y luego dicen...