miércoles, septiembre 7

Aunque parezca mentira

Parece que no nos podremos librar jamás de estos "políticos de profesión", que no devoción, pase lo que pase, ni por mucha mierda que nos hagan tragar, ni por mucha de esa misma mierda que les salpique, demostrando que la vergüenza, por su poco uso, la tienen entera. Que al final se trata de cobrar de la cosa pública, de una u otra forma, a costa de todo y de todos.

Que su hermano acaba en prisión por aprovecharse de la cosa y sacar tajada?... Y a el qué. Que le deja el gobierno, a saber?... Pues acaba en el consejo de la RTV Pútica, digo, pública! Que "la librería" no funciona, y a quién coño le importa. Lo importante es seguir, desde 1979, hasta que sea el quién decida dejarlo y, el que quiera bien y el que no, también. Total, yendo de número uno en las listas por cualquier provincia, los demás, los que le siguen por orden de lista, igual no logran llegar al senado o al congreso, pero el, el incombustible y "sus Guerras", siempre logrará el puesto, el sueldo y su poder.


Y el otro, vaya pareja para tejer mentiras -Semanas atrás, tanto Chaves como Guerra habían expresado en público que tenían dudas sobre si se iban a presentar de nuevo a la reelección-. Maestro de lo absurdo, engaña-bobos de los mejores -que reconocerlo es justo- dándole igual si acusan a su vástago, si se demuestra su engaño, si habla sin saber lo que dice o, sobre todo, lo que le pase a ese pueblo que durante casi 30 años ha utilizado a su favor. Y a el que coño le importa. Ante todo es el y luego el, sin hacerle sombra ni siquiera su misma figura.

Y si pretendemos quitarnos de encima a estos dos y su tribu, cercana o ideológica, -el que reparte lleva la mejor parte- ya sabes, mira bien las papeletas y si les ves, por favor, por tu padre, no les votes ni te preocupes por su futuro. Que estos y los suyos, seguro del paro, no viven.

Imagen-enlaces ElMundo.es.

1 comentario:

  1. Parece que pensamos lo mismo. Es una pena que la gente no se entere de la misa a la media mientras estos sinvergüenzas siguen viviendo del bote.

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